Según algunos estudios, mientras que el niño observa la caída de brillo, puede organizar y centralizar el sistema nervioso. Cuando el niño está estresado, su ritmo cardíaco se acelera junto a su respiración y al ver la lenta caída del brillo, genera un modelo visual para inconscientemente entregar una señal al cerebro que disminuya la agitación. Además, mientras sucede esto, el adulto puede proporcionar un espacio para que el menor trate de explicar las razones de la tristeza, la ira o la frustración.
Aquí os dejo un vídeo donde explica cómo hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario